martes, 24 de marzo de 2009

fragmentos de una mente extraña habitando un cuerpo desconocido




la vida no es solamente lo que vives cada día, es también lo que sueñas cada noche


Capitulo 2

nunca había visto noche tan oscura por aquel tiempo, ni tampoco tantas estrellas en el cielo, ni una nube en el firmamento, ni una señal de vida, ningún punto de referencia, de repente me percate que estaba corriendo por el bosque, por qué? no lo sé, pero corría y corría sin encontrar el destino, corría y corría hasta ya no poder, acaso estaré huyendo de algo?, probablemente del pasado, de los muchos recuerdos que persiguen mi ser, tratando así de alejarme de ellos, enterrarlos para siempre, pero no, por algún extraño sentimiento supe que no estaba huyendo de eso, entonces tal vez era lo contrario, corría y corría para así poder alcanzar ciertos momentos escondidos en mi memoria, pero no esa no era la sensación de el por qué de mi carrera, simplemente corría, dejando atrás árbol tras árbol, corría, caía y me levantaba y seguía corriendo, hasta que deje atrás al bosque y llegue a un lugar parecido a un desierto, circular y con una luz blanca flotando en el centro, empecé a caminar hacia ella, pero entre mas caminaba más lejos parecía estar, por un momento pensé q era algo divino, Dios quizá, y había venido a q le rindiera todas mis cuentas, pero no, recordé que soy ateo, por lo cual no podría ser Dios, fue ahí cuando recordé que era esa luz blanca, era ella, simplemente ella, por lo cual camine mas rápido, empecé a correr, pero como otras veces, cuando ya estaba a punto de llegar, ella me deja, me deja ahí solo, contra el mundo, como tantas veces lo ha hecho, y como las muchas más que lo seguirá haciendo.

Al momento en q ella se fugo de la historia, aparecieron unas extrañas criaturas, fieras endemoniadas, gigantescas criaturas de múltiples cabezas, escupiendo fuego, con los ojos de un rojo intenso, y aliento a mil cadáveres pudriéndose adentro, eran 7 en total, el cielo c torno naranja, mas el sol nunca salió, una espesa bruma cubrió todo, apenas podía distinguir las extrañas figuras de las bestias,,,-puta, el apocalipsis-, exclamé, cuando volví a recordar que soy ateo, no creo en la biblia por lo cual no puede ser el apocalipsis, pero se le parece. El miedo empezó a invadir mi cuerpo, trate de escapar, pero movía mis piernas y no iba a ningún lado, el miedo se hizo más intenso cada instante que pasaba, mi piernas empezaron a perder el tono, caí lentamente, las bestias empezaron a devorar mi cuerpo, fui testigo de cómo lentamente mi corazón dejo de latir, todo rastro de vida se borro de mi ser, pude sentir como mi alma abandonaba mi cuerpo y empezaba el largo camino eterno de la soledad, desperté minutos después, una mañana calida 7 millones setecientos setenta y seis segundos despues, fue una noche singular, un sueño extraño, tal vez con algún mensaje oculto, pero lo más extraño es q se supone que cuando sueñas que te mueres, te despiertas en ese instante, ya q tus sueños son recuerdos de lo q has vivido, y q el subconsciente juega con ellos, pero de la muerte no tienes recuerdos, es por eso que te despiertas, sucede algo así como q un fallo y simplemente despiertas, pero yo no desperté en ese instante sino minutos después de mi muerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario